Es interesante entender el significado de esta palabra.
Discográficamente hablando, la palabra «concepto», hace referencia al conjunto de características artísticas, que marcarán la identidad de esa producción.
Del mismo concepto diseñado durante la etapa de pre-producción, es que saldrán por ejemplo: los posibles arreglistas que podrían realizar los arreglos musicales de esta producción, los ingenieros de audio (grabación, mezcla y masterización), el director de imagen (artista gráfico, fotografía, video, vestuario, maquillaje, etc.), el director musical, los músicos invitados, y demás personal que aportará su profesionalismo a dicha producción.
Generalmente, el productor, es la persona por la cual, pasan todas las decisiones para que el producto sea moldeado como se pensó, o en todo caso, mejor. Por eso es muy importante saber delegar tareas, en directores capaces de entender y optimizar la idea del productor.
Curiosamente se busca por ejemplo: un director musical, un director de imagen, un director de sonido en vivo, pero en muy pocos casos, se busca un director de audio durante las tres etapas técnicas de la realización de la producción discográfica (grabación, mezcla y masterización). Esta es la razón por la cual, algunas producciones musicalmente excelentes, no tienen la excelencia sonora que el trabajo musical debería merecer.
La pregunta es: ¿Cuál sería el trabajo real de un director de audio en una producción discográfica?
Así como el director musical diseña el tipo de arreglos, los instrumentos a utilizar, el tratamiento de las voces, y demás detalles que conforman la identidad musical de la producción; el director de audio, es quien será el responsable (en conformidad con el productor) de diseñar la identidad sonora del disco y asesorar al productor en la elección de los ingenieros de grabación, mezcla y masterización que serán parte del proyecto.
De esta manera, el productor, tendrá un panorama mucho más claro y detallado de las posibilidades sonoras, que su producto podría tener. Las texturas, los planos, el ambiente sonoro, los micrófonos y procesadores a utilizar, el efecto psico-acústico de la producción, etc.
Una vez plasmada la estrategia sonora en papel y en acuerdo total con el productor, llega entonces un paso fundamental, que es la etapa de coordinación entre los ingenieros de grabación, mezcla y masterización. En esta etapa, el director de audio, deberá encargarse de transmitir a cada uno de ellos, el plan sonoro a seguir, para que en la coordinación de los tres ingenieros, se llegue finalmente al resultado deseado.
En conclusión, muchas veces esta falta de coordinación entre los tres ingenieros, puede llevar a errores del concepto sonoro, donde nadie tiene la culpa, pero el sonido de la producción no ha quedado a la altura del concepto musical plasmado.
Un sonoro abrazo…
NESTOR SALOMON
Ing. de Audio – Consultor
Mastering & Restoration
Autor del libro VIVIR EL AUDIO
www.nestorsalomon.com
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